lunes, 10 de noviembre de 2008

Mucho tomate para tan pocos huevos...

La mañana del domingo amaneció algo sombría.
Un solitario rayo de luz asomaba tímidamente por mi ventana dejando entrever una imagen reflejada en la pared de mi habitación.
Era como una croqueta! - ¿Estaré soñando?
Luego apareció una berenjena rellena, más tarde un talo, un champiñón, una empanadilla, un mejillón... - No puede ser! Estoy soñando!

Entre sudores, me levanto de la cama, voy hacia la ducha.
Enseguida me doy cuenta de que no ha sido una simple pesadilla. Más bien una visión.
Otra imagen viene a mi cabeza en ese preciso momento. Es un pato desplumado! Y se empieza a comer todo lo que había aparecido antes. - Era un sin-sentido¿?

Más tarde acabaría comprendiendo su significado.


Y llegamos al txoko.
Gracias Ricardo! Y gracias a Jon por la logística.
En el ambiente se notaba una sensación especial. Durante un instante, el tiempo pareció congelarse. Aquellos platos envueltos en papel de aluminio sobre el mostrador parecían regalos junto a un árbol de navidad. Auténticos regalos para el paladar. Con la ilusión de un niño vimos como se iban destapando aquellos manjares (Guille nos lo podría decir). La emoción lo invadió todo. Empecé a salibar.

La puesta en escena, espectacular.
Un único problema "en boxes", cuando al ir a repostar, estalló una de las fuentes en el horno...

Pasaban las horas y seguíamos engullendo.
Los restos se acumulaban en los bordes de los platos. Mal síntoma. Algo no ha funcionado está vez. La mayor diferencia con la primera convocatoria es que en aquella ocasión los platos acabaron relucientes.

La sensación que me queda es que se ha tratado de rizar el rizo. Se han buscado fórmulas mágicas para tratar de buscar el lucimiento. Y hemos podido comprobar el resultado. Lo sencillo y más tradicional funciona mejor que la más sofisticada de las creaciones.

Primero, porque nuestros paladares no están preparados para apreciar los matices de la "esencia de primavera al nitrógeno líquido" (la miel no está hecha para la boca del asno...).

Y segundo, porque se han llevado a cabo toda clase de experimentos, búsqueda de recetas imposibles (con ingredientes que sólo se pueden conseguir en las más altas cimas del Himalaya o más al sur del paralelo 56º), cuyo resultado final podemos calificar de dudoso.

Conseguir que una pócima mágica así funcione a la primera es complicado, lo sabemos. No podemos pretender ser los reyes del salero y la sartén en sólo cuatro días!
Mucho tomate para tan pocos huevos...

Está claro que uno de los objetivos es seguir aprendiendo a hacer cada día más cosas en la cocina. Y que hay que probar a preparar cosas distintas. Pero no podemos perder la perspectiva y olvidarnos de que lo principal es preparar cosas ricas y que nos gusten primero a nosotros.
Olvidémonos del concurso y las puntuaciones, que no nos cieguen.

Es el único "pero" que se puede poner, porque la verdad, sólo nos queda ponernos de pie y aplaudir el esfuerzo de todos. A cualquiera que se lo contemos se queda alucinado de lo que estamos consiguiendo y nos miran desde lejos con envidia. Y ahí está el encanto.





* Bueno, y para acabar, me alegro de que haya gustado la idea del blog y os animo a que sigais participando con vuestros comentarios y sugerencias. Si podéis, enviadme las fotos que tengáis y las vamos añadiendo.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Primera convocatoria, primeras sorpresas

Domingo, 19 de octubre de 2008, 14:00h.
El día "D" a la hora "h".

Tras varias semanas de intenso nerviosismo... llegó el momento!!
Nuestra cita con la cocina más suculenta, auténtica delicatessen, los pintxos.

Las bases del concurso son claras:

  1. Se participa elaborando un pintxo para cada concursante.
  2. Se premiarán la elaboración, presentación y gusto.
  3. Al final de cada convocatoria, el menos valorado será el siguiente organizador.

Para este primer evento contamos con la hospitalidad de Rocío y Miguel Angel.

Y como patrocinadores, las bodegas de medio La Rioja y parte de la Ribera del Duero!
Vamos, que lo único que se nos ocurrió llevar a la cita para honrar a los anfitriones fueron un par de botellitas cada uno...

Antes de nada, vamos a contar un poco como eran los pintxos que se presentaron:
  • Miguel Angel deleitó con su especialidad italiana "pikolinis".
    Base de pizza, salchicha, chorizo, queso rallado, tranchete, tomate, cebolla pochada, orégano y albahaca.
  • Inma nos sorprendió con su original "melocotón relleno".
    Melocotón relleno de langostino, huevo cocido, atún y tomate.
  • Jon y su reciente creación "kanouté".
    Hojaldre relleno de crema de champiñones, pollo y paté a la esencia de membrillo.
  • Rocío se exhibió con su suculento "gorbachov".
    Pan con ajo huntado, salmón, tomate y queso.
  • Jon cautivó gracias al genuino "deusto pintx".
    Pan con queso huntado, pimiento verde frito y anchoa.
  • Sergio con el "bakaluti" levantó pasiones.
    Bolobán relleno de besamel con bacalao y queso rallado gratinado.
  • Vane y su "verde de la pradera" nos hicieron evocar otras épocas.
    Pimiento verde frito relleno de tortilla de patata.
  • Mikeldi se reencontró a sí mismo con su "octopus".
    Pan tostado con pulpo, alcaparras, cebolla, atún y mahonesa.
Se echó de menos la presencia de dos de nuestros más ilustres cocineros, Isa y Gari / Gari e Isa. Esperemos que en próximas citas podamos contar nuevamente con ellos.

Y las primeras conclusiones que podemos sacar:
  1. La gente se lo ha tomado en serio y se agradece. Chapó a todos.
  2. Que hay un nivel de la leche. El listón está muy alto para las siguientes convocatorias.
  3. La cosa está igualadísima y el más mínimo detalle (unas míseras décimas en la puntuación final) puede llevar un pintxo de la gloria a los infiernos.
  4. Buena cosecha la de este año, si señor (nos referimos al vino).

Seguiremos informando,
J.